Todo sobre la Catedral de Palma de Mallorca

Este templo-basílica hace gala de un estilo gótico que está considerado como único. Y es que ninguna otra catedral en todo el mundo combina esta arquitectura con estructuras que son tanto renacentistas como romanas. Hablamos de las murallas, generando así un conjunto que a nivel visual llama mucho la atención, sobre todo por el hecho de estar tan cerca del mar.

De hecho, aunque la cifra va variando, han sido muchos los años en los que la Catedral de Palma de Mallorca ha rozado el millón de visitantes. Hay muchas maneras de descubrirla, consistiendo una de ellas en contratar visitas o tours guiados como este.

En cualquier caso, la experiencia se disfruta de principio a fin. Incluso si no eres un apasionado de la arquitectura no podrás evitar quedar ojiplático al comprobar in situ la majestuosidad de la que presume el edificio.

Aunque no muy lejos de allí hay otros edificios de carácter religioso, tales como la Parroquia de Santa Eulàlia y la Iglesia de Monti-sion, ninguno de ellos logra despertar tanto interés como esta catedral. Y no es para menos, puesto que más allá del aspecto diferenciador que ya hemos comentado, cuenta con muchos otros que la convierten en un gran reclamo turístico no solo en Mallorca, sino en general en las Baleares.

Un claro ejemplo reside en el rosetón, el cual permanece intacto. Es decir, se trata del original. Pero ¿qué es lo que le hace tan especial? Básicamente el hecho de que ninguna otra estructura de estilo gótico cuenta con uno que sea tan grande. En este caso su diámetro alcanza los trece metros. Además, la nave también destaca por ser una de las más altas. En dicho ranking ocupa el tercer lugar.

Es sorprendente su origen, ya que Jaime I fue el encargado de hacer los trámites oportunos con tal de que se diese comienzo a su construcción, siendo asombroso el motivo por el que lo hizo: todo surgió en un trayecto marítimo que precisamente llevaba a este conquistador a tierras mallorquinas para hacerse con ellas. Tras pasarlo muy mal a causa de un temporal, juró a Santa María, la madre de Jesús, que en caso de que salvase a toda su tripulación construiría una catedral en su honor.

Finalmente así fue, tratándose de una estructura de la que disfrutan tanto religiosos como turistas que simplemente quieren admirar una construcción de enorme belleza.

Ambos tienen la suerte de poder llegar de manera fácil y rápida a la Catedral de Palma de Mallorca. Y es que está muy bien ubicada, a escasos metros del puerto de la isla y a muy poca distancia del centro. 

Tras hacer acto de presencia en La Seu, las ganas de acceder a su interior se apoderan de todos los visitantes. Lo cierto es que por dentro es si cabe más bonita a la par que impresionante, lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta que en el siglo XX fue el propio Antoni Gaudí el encargado de reformar ciertas partes, una tarea que le llevó algo más de una década.

Teniendo en cuenta todo lo que hemos comentado, no es de extrañar que la Catedral de Palma de Mallorca año tras año acoja a tantísimos visitantes no solo de España, sino también de muchos otros países.